Aunque sin mucho brillo y con bastante sufrimiento al final, el Jovens logró hacerse con la victoria ante uno de los más directos rivales esta temporada como es el Lucentum de Alicante.
La puesta en escena no difirió mucho de los últimos encuentros, al menos al inicio del match. Los locales salieron muy puestos y concentrados en el partido, marcando distancias ya de entrada a base de una férrea defensa y un gran acierto en ataque, tanto en el tiro exterior como en sus hombres interiores.
Pero, tabién fieles a su guión, los chicos de Babic, trataron de vivir de rentas el resto del partido. Los alicantinos nunca se dieron por vencidos, a pesar que los nuestros llegaron a alcanzar una renta superior a los 15 puntos en el segundo cuarto, pero alternando grandes aciertos con otros errores y pérdidas de balón.
La segunda mitad siguió con la misma tónica. El Lucentum apretaba fuerte en defensa, y el Jovens trataba se sobreponerse a las bajas y a las faltas personales que mermaban su poderío interior ya en el tercer cuarto. Así las cosas, las distancias se fueron recortando hasta que Lucentum consiguió empatar el partido (después de ir a remolque todo el partido) a falta de escasos minutos para el final. Sin embargo, en esos últimos minutos las faltas personales acabaron por condicionar a los alicantinos, que entraron en bonus muy pronto, todo lo contrario que el Jovens.
A falta de 11 segundos, el luminoso mostraba empate a 63 y el capitán Carlos Rodriguez dispuso de 2 tiros libres que no erró. Los nuestros supieron jugar los segundos finales mejor, aprovechando la posibilidad de cometer faltas y parar el juego a sabiendas que no había lugar a tiros libres hasta Mauro Brotons pudo robar el balón y conseguir el triunfo final.